En este artículo pretendemos mostrar la mujer no sólo como victima sino también como una esperanza para la resocialización del género masculino mayor generador de la violencia como ejemplo de lo anterior tenemos la Cooperación CASA MÍA ubicada en Colombia, en el departamento de Antioquia, la ciudad de Medellín en la comuna numero 6, en el barrio Santander, rodeado a su ves por los barrios doce de octubre, castilla, picacho, la ciudad de bello. Y se encuentra ubicado en la carrera 68, entre las calles 108 y 109. Y tiene un radio de influencia en todo el barrio Santander. En una casa de tres plantas que está actualmente en comodato con el municipio de Medellín.
Es precisamente esta Corporación que se encarga de la resocialización de los jóvenes actores del conflicto del barrio Santander bajo el lema
“LO AFECTIVO ES LO EFECTIVO” estos algunos de esos jovenes.
Mujeres, madres, esposas, hijas, hermanas, novias de jóvenes que en algún momento propiciaron la violencia pero que hoy gracias a la intervención social de CASA MÍA han decidido desarmarse y buscar otras opciones de vida, son parte fundamental en este proceso, ellas también como victimas del conflicto con los diferentes programas que desarrolla CASA MÍA para ellas logran ser parte transversal en todo el proceso de intervencion de la comunidad
A veces como agentes sociales de nuestras comunidades se nos vuelve paisaje los diferentes panoramas críticos que se viven al interior de las familias de nuestro país, situaciones que pasan de ser situaciones a hacer parte de la cotidianidad tanto para quien la vive como para quienes la observamos.
Casa Mía como corporación hace un proceso de inserción de la mujer en el proceso de resocialización del hombre siendo esta parte fundamental en el éxito de este proceso independiente de su parentesco o grado de afinidad, siendo coherentes con su lema lo AFECTIVO ES LO EFECTIVO, el amor, el acompañamiento, pero sobre todo la conciencia misma de que la violencia no es la mejor opción harían que el hombre interiorice más su posición y adopte un pensamiento sano que posibilita no sólo esa transformación individual sino familiar más aún cuando la mujer no es victima sino que participa también de este conflicto.
Consideramos lo anterior como un ejemplo que habla por si sólo del papel que la mujer juega en la guerra en nuestra actualidad, papel que es fundamental cuando vemos al ser humano no como él individual sino desde los social y lo familiar, y desde esta visión puede ser más contundente o efectivo esa nueva visión de paz, y orden para una comunidad.