Es claro que la gran mayoría de muertes violentas que se presentan en la ciudad por parte del conflicto armado, son del género masculino, pero no se puede dejar de lado el papel tan importante que ocupa la mujer en este conflicto. Son ellas quienes sufren por la muerte de sus familia, son ellas quienes viven la historia de ver caer en las calles a sus hermanos, padres, esposos o familiares, no bastando con este sufrimiento, les toca padecer las consecuencias que deja la violencia, el desplazamiento, la pobreza.
Existe una agudización del conflicto armado, una proliferación de bandas adscritas a un proyecto de control social y militar en los barrios de la ciudad, de control del cuerpo y la vida de las mujeres, que se comprueba en hechos como la intimidación, el abuso sexual, el acoso sexual, la explotación sexual, las ejecuciones extrajudiciales, los desplazamientos forzados
Las Mujeres de los barrios populares enfrentan la humillación de no tener como acceder a la alimentación y se ven obligadas a asumir trabajos precarios, mal remunerados y sin acceso a la seguridad social.
La discriminación y su máxima expresión la violencia machista en la casa y en la calle, mata y enferma a las mujeres.
Después de tantos sufrimientos y desafios, es de admirar y resaltar la gran capacidad que tienen para superar todas estas pruebas, como han logrado sacar adelante sus familias, luchar por superarse y por no caer en un circulo de marginalidad total, han trabajado bastante y a pesar de la adversidad han logrado muchas de ellas aprender un arte y de este modo sostenerse por medio de su ejercicio, hay otras que fuera de aprender un arte no se han limitado a ejercerlo si no que han querido ir mucho mas allá, lo han enseñado a otras y hasta han organizado su propia empresa, de confecciones, de proceso de pintura en cerámica, los diferentes procesos del fomi entre otras muchas actividades que han logrado aprender y explotar con gran tenacidad las mujeres de algunas zonas marginadas de la ciudad que a pesar de los múltiples obstáculos que se les han presentado han sido resilientes puesto que el proceso de sufrimiento del cual fueron y siguen sido víctimas les ha servido para superarse y lograr sobresalir en medio de las dificultades.